En la era de la tecnología avanzada y la urbanización desenfrenada, la observación astronómica terrestre enfrenta desafíos sin precedentes. Las luces de las ciudades iluminan nuestras noches, mientras que el bullicio de la actividad humana invade los espacios que antaño eran santuarios de tranquilidad. Esta transformación no solo afecta nuestro entorno cotidiano, sino que también pone en riesgo una de las prácticas más antiguas y fascinantes de la humanidad: la astronomía.
La contaminación lumínica y el ruido ambiental son dos de los principales obstáculos que los astrónomos deben superar en su búsqueda de desentrañar los misterios del universo. La luz artificial dispersa en el cielo nocturno dificulta la observación de cuerpos celestes, borrando del firmamento las estrellas más débiles y desvaneciendo el esplendor de la Vía Láctea. Por otro lado, el ruido constante generado por la actividad humana interfiere con las delicadas mediciones y observaciones necesarias para el estudio de fenómenos astronómicos.
En el marco de la Red Iberoamericana de Agencias Espaciales, el día 6 de marzo de 2025 tendrá lugar el evento virtual sobre Cielos Oscuros y Silenciosos.
En este seminario, se explorará en profundidad la problemática de los cielos oscuros y silenciosos, analizando cómo la contaminación lumínica y el ruido afectan la astronomía terrestre, así como las estrategias y soluciones que la comunidad científica y la sociedad en general pueden adoptar para mitigar estos efectos. El objetivo es encontrar la manera de recuperar la serenidad y la oscuridad de nuestros cielos, permitiendo que la maravilla del universo continúe revelándose ante nuestros ojos y los de las generaciones venideras