Importancia del sector aeronáutico

El sector aeronáutico en España tiene una gran importancia estratégica por su impacto en la economía (un 1.5% del PIB y un 6,8% del PIB industrial), la alta calidad del empleo que genera tanto directo como indirecto, su capacidad de exportación (el 81% de su facturación), la intensidad del I+D+i (al que dedica un 10%), a su aportación al estado vía impuestos de un 10% de su volumen de negocio, así como por su productividad, 3 veces superior a la media nacional y al aprovechamiento de sus resultados por otros sectores industriales.

Además, la actividad del transporte aéreo es esencial para la industria del turismo en España, habiendo representado en el año 2019, el 12,4% del Producto Interior Bruto (PIB), y para garantizar y mejorar la conectividad multimodal nacional, regional y mundial, como motor de desarrollo socioeconómico y de cohesión social y territorial, siendo que el 80% de los turistas extranjeros llegan en avión a nuestro país.

La descarbonización

La transformación energética impone una acción inmediata y ambiciosa para apoyar e incentivar la descarbonización del sector aeronáutico, especialmente a la luz del Acuerdo de París, del Sexto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, de los compromisos climáticos de la Unión Europea para los años 2030 y 2050, y del paquete de propuestas «Fit for 55″ y de la Ley 7/2021, de 20 de mayo de cambio climático y transición energética.

El hidrógeno verde ha sido identificado por la Comisión Europea como un instrumento clave para cumplir los compromisos de descarbonización y para impulsar la recuperación económica tras la crisis de la pandemia, desarrollando una Estrategia Europea del Hidrógeno en la que se abordan los principales campos de actuación: inversiones, marco regulatorio, liderazgo en los mercados, I+D, red de infraestructuras y cooperación con terceros países.

 El desarrollo del hidrógeno verde como vector energético tiene una gran dificultad y necesita de grandes desarrollos tecnológicos, industriales y de infraestructuras para poder poner a disposición de los aviones las cantidades necesarias a un precio asumible. 

Estrategia de la  aviación para alcanzar emisiones netas cero

La descarbonización de la aviación es muy difícil por la dificultad de encontrar un combustible con una gran energía específica (energía proporcionada/masa). En las baterías eléctricas actuales esta característica es 2 órdenes de magnitud inferior a la del queroseno.

La solución se conseguirá por mejoras en todos los aspectos de la aviación: operaciones en tierra, en vuelo, rutas, mejoras en eficiencia en los motores, aeronaves más ligeras y que consuman menos energía y utilización de combustibles sostenibles (SAF).

El hidrógeno se ha considerado desde hace tiempo como un posible combustible alternativo. Su energía específica es 3 veces la del queroseno y no emite CO2. La posibilidad de conseguir su producción de forma sostenible (el llamado hidrógeno verde) haría que su uso como combustible en las aeronaves fuese la solución ideal para descarbonizar el sector.

Hay, sin embargo, grandes problemas. El hidrógeno tiene una menor densidad energética que el queroeno (4 veces menos) de forma que las aeronaves que lo utilicen necesitarán almacenarlo en forma líquida y mayor espacio de almacenamiento.  Esto complica el diseño de los depósitos.

Otro gran problema para el uso del hidrógeno verde es su disponibilidad para lass grande aeronaves: es decir, capacidad de producción en las cantidades necesarias y su transporte y distribución hasta los aeropuertos.

Es por lo tanto necesario un gran esfuerzo en infraestructuras, plantas de producción y desarrollo de tecnologías en avión.

El uso del hidrógeno verde en la aviación permitirá una aviación con cero emisiones netas pero presenta grandes retos que sólo toda la cadena de valor del sector unida puede acometer. Por eso se ha creado la Alianza para el uso del H2 en la Aviación.

La Alianza para el uso del H2 en la aviación

Se crea la Alianza con el objetivo de:

  • Trabajar con las Administraciones 
  • Consolidar un cronograma de necesidades, caudales necesarios, localizaciones de producción (Alinear oferta y demanda) 
  • Intercambiar conocimientos y favorecer la generación de proyectos que puedan satisfacer las necesidades anunciadas 
  • Fomentar la colaboración en proyectos 
  • Identificar proyectos concretos y oportunidades de financiación 
  • Generar documentos que ayuden al posicionamiento 
  • Difusión de estas actividades 

Para poder gestionar estas actividades se crea un Comité Rector formado por entidades del sector aeronáutico: 

  • AENA 
  • MITMA/DGAC, 
  • AESA, 
  • Asociación de Líneas Aéreas 
  • INTA
  • TEDAE
  • Plataforma Tecnológica Aeroespacial Española 

 y del sector del hidrógeno: 

  • Centro Nacional de Experimentación de Hidrógeno y Pilas de Combustible, 
  • Gasnam-Neutral Transport, 
  • Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos 
  • Plataforma Tecnológica del Hidrógeno

Se crean los 4 Grupos de Trabajos que se muestran a continuación. En todos ellos se trabajará en aspectos regulatorios y en aspectos de estandarización allá donde fuese necesario.

Estos grupos de trabajo podrán tratar sobre soluciones concretas y se podrán unir entidades que no sean miembros del Comité Rector  con el fin de aportar valor a los problemas planteados.